Estaba yo pensando el otro día donde tomar algo (llamémoslo caña y tapa) a eso de las 12 y algo cuando pasé por un chaflán donde habían abierto un nuevo bar.Yo que siempre soy de los que les gusta probar las cosas nuevas me quedé mirando a través del cristal y vi a un par de camareros que bien podrían ser pareja.Ella morena de pelo largo con la mirada curiosa y un paño entre las manos que preparaba unos cafés que habían pedido unos abueletes de una de las pocas mesas que había en el local.Junto a ella un chaval con delantal bajo la cintura y paño al hombro charlaba animadamente con un abuelo que sonreía amistosamente.
Entré atrayendo la mirada de los camareros y del abuelo que me miraban con cariño, como contentos de recibir un nuevo parroquiano.Eso me gustó puesto que normalmente me reciben con cara de asco como perdonándome la vida.
Me senté junto al anciano de la barra y mientras me servían una caña y un pincho de tortilla casera me puse a comentar con él la situación política, el tiempo y demás cosas que se comentan en los bares.
Me agradó entrar en ese bar y me dije a mi mismo que por fin había encontrado un sitio donde descansar, conversar, hacer amigos, discutir, etcétera.
Hoy estoy: Contento
Leyendo: Harry Potter y el cáliz de fuego
A esto le pega: Noches de boda.-Joaquín Sabina feat. Chavela Vargas
