Anoche me vi una peli de estas basadas en hechos reales (y si no lo era seguro que al pelo le iría) y de las que te hacen sentirte una puta mierda como persona. Te das cuenta de que la vida no vale nada en muchos paises y que no agradecemos lo suficiente el haber nacido aquí y no allí.
La peli tiene de todo: matanzas indiscriminadas por cuestión de raza, uso de los medios de comunicación como propaganda (¡anda, como ahora!), la compasión del protagonista que no entiende la diferencia de etnias, el amor a la familia, el orgullo que lleva a preferir un suicidio a ser pasado a machete.
Pero dentro de todo esto lo que más me gustó fue la escena de la ducha que te enseña a cómo reir con lagrimas en los ojos. Varias veces se te encoge el corazón y te das cuenta de que nos importa bastante poco lo que pase por ahí, de que a la ONU tampoco le interesa meterse en camisas de once varas y de que nos enteramos de la misa la mitad porque lo que no interesa no se da por televisión a no ser que haya imagenes truculentas que puedan herir la sensibilidad de los espectadores oseasé que venda mucho.
Y la de veces que habrá ocurrido esto en el mundo y ni nos habremos enterado, es más poca gente sabrá quienes son los hutus y los tutsis.Nos metemos con los asamericanos porque se creen el ombligo del mundo, pero a nosotros nos da igual lo que pasa por debajo del mediterráneo.
Hoy estoy: Raro
Leyendo: La reina sin espejo.- Lorenzo Silva
En el mp3: Take a look around.- Limp Bizkit
